¿Ojos rojos en un bebé? Prof. Agnieszka Kamińska sobre la conjuntivitis en los recién nacidos.

Zaczerwienione oczka u maLUUszka? Prof. Agnieszka Kamińska o zapaleniu spojówek u noworodków

Los primeros días y semanas con un nuevo miembro de la familia son una época llena de alegría, pero también de ansiedad por la salud del bebé. Una de las preocupaciones más comunes de los nuevos padres son los problemas oculares en los bebés: enrojecimiento, lagrimeo excesivo o aparición de secreción purulenta. ¿Se trata siempre de una infección grave? ¿Cuál es la causa más común y cuándo se debe buscar ayuda? La profesora Agnieszka Kamińska, oftalmóloga experimentada e invitada del Club Gente Saludable, responde a estas preguntas.

¿Por qué los ojos de los recién nacidos lagrimean y supuran? ¿Se trata siempre de una infección?

La principal causa de los problemas oculares en los bebés pequeños, como explica la profesora Kamińska, no suele ser una infección primaria, sino la obstrucción de los conductos lagrimales.

"El problema más común asociado con la conjuntivitis en niños es la interrupción del flujo lagrimal asociada a una válvula de Hasner subdesarrollada", explica la profesora Agnieszka Kamińska, MD, PhD.

¿Qué ocurre exactamente? Nuestros ojos producen lágrimas constantemente, que lubrican el globo ocular. Luego, a través de pequeñas aberturas en las comisuras internas (puntos lagrimales), fluyen por conductos hacia el saco lagrimal, y desde allí, a través del conducto nasolagrimal (que termina en la válvula de Hasner), hacia la cavidad nasal. En muchos recién nacidos, esta válvula aún es inmadura y no está completamente abierta.

Como resultado, las lágrimas, en lugar de fluir libremente, se acumulan en el ojo y el saco lagrimal. «Como cualquier cuerpo de agua estancado (...), simplemente se sobreinfecta», afirma la profesora Kamińska. Las lágrimas estancadas se convierten en un entorno ideal para el crecimiento de bacterias (que se encuentran por todas partes, por ejemplo, en la piel de un niño), lo que provoca conjuntivitis bacteriana secundaria.

Síntomas de conjuntivitis neonatal que deben alertar

Los padres deben vigilar los ojos de su bebé y estar atentos a las siguientes señales:

  • Lagrimeo excesivo: El ojo se ve constantemente "húmedo", con lágrimas acumulándose en la comisura, incluso cuando el bebé no llora.
  • Enrojecimiento: La conjuntiva (la parte blanca del ojo y el interior del párpado) se vuelve rosada o visiblemente roja.
  • Secreción purulenta: Secreción espesa, amarillenta, verdosa o blanquecina que aparece en las comisuras de los ojos, pegando las pestañas (especialmente por la noche). Esto es un signo claro de una infección bacteriana.
  • Inquietud infantil: El bebé puede llorar más, estar inquieto y frotarse los ojos con los puños, lo que indica malestar.

Primeros auxilios en casa y cuándo es necesaria una cita médica

¿Qué puede hacer antes de consultar con un especialista?

  • La higiene es clave: Limpie suavemente los ojos de su hijo con una gasa estéril empapada en solución salina. Recuerde hacer esto siempre desde el lagrimal hacia el interno y usar una gasa diferente para cada ojo.
  • Masaje del conducto lagrimal (¡SOLO bajo instrucción!): En ocasiones, un médico o matrona puede recomendar y mostrar cómo realizar un masaje especial en la zona del saco lagrimal para destapar mecánicamente la válvula. Nunca lo haga por su cuenta para evitar dañar a su hijo.

¿Cuándo es imprescindible consultar a un médico (pediatra u oftalmólogo pediátrico)?

  • Cuando aparece secreción purulenta.
  • Cuando el ojo está muy rojo e irritado.
  • Cuando los síntomas (incluso lagrimeo) persisten durante varios días a pesar de una buena higiene.
  • Cuando el niño está visiblemente inquieto y experimenta dolor o molestias.

"Cualquier enrojecimiento ocular puede ser motivo de preocupación en un niño", recuerda la profesora Kamińska. El médico evaluará la situación y decidirá el tratamiento posterior. Si se confirma una sobreinfección bacteriana, probablemente recetará colirios antibióticos.

¿Podría ser una alergia? La Prof. Agnieszka Kamińska lo explica.

Si bien las alergias oculares son comunes en niños mayores y adultos, son muy poco frecuentes en recién nacidos y lactantes. "Un recién nacido (...) aún no desarrolla alergias porque, especialmente si es amamantado (...), está protegido por su madre", asegura la Prof. Kamińska. Las causas de los problemas oculares a esta edad deben buscarse principalmente en la obstrucción de los conductos lagrimales y una posible sobreinfección.

Tranquilidad y confianza de los padres en un especialista

Ver ojos rojos o supurantes en un bebé indefenso es estresante. Sin embargo, es importante no entrar en pánico y autodiagnosticarse basándose en la información que se encuentra en línea. "Es necesario mantener una perspectiva sana y no hacer diagnósticos inmediatos, sino consultar a un médico de forma objetiva y profesional", insta la Prof. Kamińska.

La oftalmología pediátrica moderna ofrece métodos de exploración suaves e indoloros para los pacientes más pequeños. Una consulta temprana permite un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado, lo que proporciona alivio tanto al niño como a los padres preocupados.

Un llamado a los padres: Confíen en los expertos y actúen con prudencia

En resumen, los problemas oculares en los recién nacidos son comunes y suelen deberse a la inmadurez de los conductos lagrimales. Lo más importante es mantener la calma, mantener una buena higiene y observar de cerca a su bebé. Si aparece pus, enrojecimiento intenso o síntomas persistentes, es fundamental consultar con un médico. Queridos padres: recuerden que sus acciones tranquilas y prudentes, junto con la ayuda profesional, son la mejor manera de proteger la salud de su hijo.

Este artículo se basa en una conversación con la Dra. Agnieszka Kamińska, especialista en enfermedades oculares, realizada en el marco del CLUUb del Niño Saludable.


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prof. ucz. dr hab. n. med. Agnieszka Kamińska

Graduada de la Facultad de Medicina de la Universidad Médica de Varsovia, recibió su título de médico con honores en 1998.

Adquirió un amplio conocimiento médico y habilidades prácticas durante numerosas sesiones de formación, cursos y prácticas tanto en Polonia como en el extranjero. Se especializa en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades oculares relacionadas con el estilo de vida, en particular la DMAE exudativa, el glaucoma, las cataratas, las oclusiones de las venas retinianas y otras enfermedades oculares vasculares. Es autora y coautora de numerosos artículos científicos publicados en revistas internacionales de renombre. Ha presentado numerosas ponencias en simposios en Polonia y en el extranjero. Ofrece a sus pacientes el más alto nivel de tratamiento.

Ha trabajado como oftalmóloga durante 25 años, incluyendo 20 años en la Clínica de la Segunda Facultad de Medicina de la Universidad Médica de Varsovia con el profesor Jerzy Szaflik.