Colaboración publicitaria con la marca BoboVita.
Ampliar la dieta de un bebé es una etapa importante en su desarrollo, pero aún circulan muchos mitos que pueden confundir a los padres. ¿Es realmente necesario empezar con papilla de arroz? ¿Es la fruta dulce la mejor manera de animar a un bebé a comer? Desmentimos mitos populares sobre la introducción de nuevos alimentos en la dieta de un bebé. ¡A ver si todavía los crees!
1. La alimentación complementaria debe comenzar exactamente después de los 6 meses de edad.
MITO. De hecho, la alimentación complementaria no debe comenzar antes de las 17 semanas de edad (inicio del quinto mes) ni después de las 26 semanas (inicio del séptimo mes). La introducción de nuevos alimentos debe comenzar cuando el niño demuestre las habilidades de desarrollo necesarias para consumirlos. Por eso, el momento varía según las características y el desarrollo individual de cada bebé. Por lo tanto, no existe un cronograma específico; se requiere observación y familiarización con el niño. Al mismo tiempo, el bebé sigue necesitando leche materna (o fórmula si no es posible amamantar) como su principal fuente de nutrición. Es importante recordar que introducir alimentos complementarios demasiado pronto o en exceso puede hacer que el niño consuma menos leche materna, lo que puede reducir la producción de leche. Como resultado, el bebé podría no recibir la cantidad adecuada de nutrientes esenciales necesarios para un desarrollo adecuado.
2. La alimentación complementaria debe comenzar con papilla de arroz, ya que es la más segura.
MITO. A menudo se considera el primer alimento sólido ideal, pero se recomienda introducir primero las verduras (preferiblemente verdes), como el puré de papas o el puré de papas. Esto le permitirá familiarizarse con ellas desde el principio, aumentando la probabilidad de que le gusten. Introducir las verduras desde el principio puede ayudar a desarrollar hábitos alimenticios saludables. Es importante introducir los nuevos alimentos gradualmente, observando las reacciones de su bebé.
3. Las frutas dulces son la mejor manera de animar a su bebé a comer.
MITO: Aunque la fruta es nutritiva, es mejor introducir primero las verduras con un sabor menos dulce. Después de unas dos semanas, puede ofrecerle fruta a su bebé sin dejar de ofrecerle verduras. Los bebés tienen una preferencia natural por los sabores dulces, por lo que introducir las verduras a una edad temprana puede ayudarles a aceptar una mayor variedad de alimentos en el futuro.
4. Si un bebé rechaza un alimento nuevo, no está listo para la transición.
MITO: Que un bebé rechace inicialmente un nuevo sabor no significa que no esté listo para la transición. Los bebés pueden necesitar varias pruebas antes de aceptar un nuevo sabor. Es importante tener paciencia y no desanimarse al seguir introduciendo diferentes alimentos.
5. Un niño debe comer solo alimentos triturados durante el primer año de vida.
MITO. Aunque los alimentos en puré son un paso importante para ampliar la dieta de un niño, no deben limitarse a ellos por mucho tiempo. El tipo de alimento debe adaptarse a las capacidades de desarrollo del niño y, con el tiempo, favorecer el desarrollo de la capacidad de morder y masticar. A medida que el niño crece, debe comer gradualmente alimentos con texturas más variadas, por ejemplo, sopas y cenas con grumos, y posteriormente con trozos cada vez más grandes y blandos.
6. Cualquier producto con una etiqueta colorida y una imagen bonita es apto para bebés.
MITO. No es el envase, sino el hecho de que el producto esté clasificado como alimento para bebés y niños pequeños y tenga una indicación precisa de la edad en la etiqueta (y, por lo tanto, esté sujeto a rigurosos estándares de calidad), lo que significa que el producto fue creado pensando en este grupo de consumidores. Los alimentos destinados a bebés y niños pequeños deben cumplir con estrictos estándares de calidad establecidos por la legislación nacional y de la Unión Europea, y las recetas de estos productos son desarrolladas por expertos en nutrición. Sus etiquetas indican la edad, por ejemplo, a partir de los 6 u 8 meses, lo que garantiza que tanto los ingredientes como la consistencia se adapten a las necesidades del niño en cada etapa de su desarrollo.
Un ejemplo de productos creados específicamente para los más pequeños son los almuerzos BoboVita. Su calidad está 100 % garantizada: sus ingredientes se someten a cientos de pruebas de calidad y seguridad. Las verduras que contienen cumplen con estándares de calidad 5000 veces más estrictos que los de las verduras de uso general*. Además, los almuerzos están elaborados con ingredientes 100 % naturales y, de acuerdo con la normativa para alimentos para bebés y niños pequeños, no contienen conservantes, colorantes ni potenciadores del sabor. También contienen 100 % carne sin residuos de antibióticos, procedente exclusivamente de proveedores de confianza**, y 100 % pescado silvestre procedente de pesquerías sostenibles***. Además, algunos almuerzos (como se indica en la etiqueta) contienen ALA, esencial para el correcto desarrollo del cerebro y el tejido nervioso.
*Se aplica a las normas sobre pesticidas en verduras.
**De acuerdo con los límites y prohibiciones legales. ***No utilizamos pescado de piscifactoría en los productos BoboVita. El pescado se captura siguiendo prácticas de pesca sostenibles y proviene de pesquerías certificadas.
Información importante: Se recomienda continuar con la lactancia materna mientras se introducen alimentos complementarios. La lactancia materna debe continuar durante el tiempo que la madre y el bebé deseen. La lactancia materna es lo mejor para el bebé.