Durante nueve meses, la atención de los futuros padres y sus seres queridos se centra en el embarazo y el parto. Planificamos, aprendemos y nos preparamos. Sin embargo, el verdadero desafío y el momento de adaptación más importante para la nueva familia comienza inmediatamente después, durante el posparto, a menudo ignorado, pero crucial. No es solo un momento de recuperación física, sino un cambio profundo en la dinámica familiar, las emociones y el funcionamiento diario. Nuestra invitada, Dominika Ludwińska, madre y futura matrona que acompaña diariamente a los padres en esta transformación, explica por qué la preparación consciente para este momento es crucial para el bienestar de la madre y de toda la familia. ¿Qué es un "plan posparto", cómo podemos hablar sobre apoyo y límites, y cómo podemos afrontar esta nueva y exigente realidad?
El posparto: un momento ignorado, pero crucial para la familia
La cultura moderna da mucha importancia al embarazo y al parto en sí. Planificamos, leemos y asistimos a clases de preparación al parto, todo para prepararnos lo mejor posible para el nacimiento de nuestro hijo. "Tengo la impresión de que las mujeres y las parejas están muy centradas en la preparación para el parto (...), y el tema del posparto y todo lo que viene después se pasa por alto, se olvida", señala Dominika Ludwińska. La actitud predominante es: "Bueno, será lo que sea, lo importante es que el parto ocurra".
Mientras tanto, es durante el posparto cuando tenemos mucho más control sobre la situación que durante el propio parto, a menudo impredecible. Este es un momento en el que podemos y debemos planificar conscientemente para facilitarnos a nosotros mismos y a toda la familia la transición a su nuevo rol.
Un plan posparto: ¿Qué es y por qué vale la pena tenerlo?
Un plan posparto no es un horario rígido, sino un conjunto de ideas y planes que ayudarán a la familia a afrontar una nueva situación. Es una herramienta que permite considerar cuestiones clave antes de que aparezcan el cansancio y las fluctuaciones hormonales. Como enfatiza Dominika Ludwińska, vale la pena incluir:
1. Comunicación y visitas: Decidan juntos cuándo anunciarán el nacimiento a sus seres queridos, cuándo están listos para la primera visita, quién puede visitarlos y durante cuánto tiempo. Esto ayuda a evitar presiones y situaciones incómodas.
2. Límites y expectativas: Aprendan a comunicar claramente sus necesidades. "También necesitamos aprender a hablar entre nosotros", dice Klaudia. Establecer puntos en común con su pareja, o incluso una "palabra clave" que indique cuándo deben irse los invitados, puede ser increíblemente útil.
3. Apoyo de sus seres queridos: Piensen en la ayuda específica que necesitan. Esto podría ser preparar la cena, hacer la compra, pasear al perro o cuidar a un niño mayor. "Se trata de hacerles la vida más fácil", enfatiza Dominika.
4. El rol del padre/pareja: El posparto es un momento difícil para toda la familia. Los padres también experimentan estrés y fatiga. Vale la pena considerar en el plan cómo pueden participar activamente en el cuidado y cómo pueden recibir apoyo.
"Aldea": la base del apoyo posparto
"Creo que la aldea hace la fuerza, pero vale la pena crearla", afirma Dominika Ludwińska. Esta "aldea" es una red de apoyo: familiares, amigos y también otras madres que pasan por lo mismo.
No todas las mujeres desean o pueden contar con la ayuda de sus seres queridos. Las relaciones pueden ser complicadas y las expectativas de las diferentes generaciones pueden generar conflictos. Sin embargo, es importante recordar que pedir ayuda no es señal de debilidad. Para muchas madres, los grupos de otros padres, ya sea en línea o en reuniones locales, resultan ser un gran apoyo.
Reunirse y hablar con otras personas es fundamental, especialmente con alguien que esté en la misma etapa que tú y esté pasando por situaciones similares. Compartir experiencias y saber que no estamos solas en nuestras dificultades tiene un enorme poder terapéutico.
El caos es normal: acepta la nueva realidad.
La vida después del parto no vuelve a la normalidad. Está surgiendo una nueva normalidad. "Lo cierto es que la vida de los padres no volverá a su ritmo habitual después de dar a luz, porque muchas cosas simplemente cambian. Hay un nuevo miembro en la familia, todos tienen que conocerse", explica Dominika Ludwińska. El caos de las primeras semanas es natural. Días que se funden con noches, despertares cada pocas horas, cansancio constante: esta es la experiencia de la mayoría de los padres. La presión por hacerlo todo "a la perfección" es enorme, pero también irreal.
"Los padres cariñosos no le harán daño a su hijo. E incluso si lo cargaron mal, incluso si se quedó en esa cuna durante dos horas porque se durmió, en realidad no pasará nada", asegura la experta.
Un llamado a los padres: Prepárense para el posparto
Queridos padres, recuerden que el parto es solo el comienzo.
- Elaboren su plan posparto: Reflexionen juntos sobre sus necesidades, límites y formas de apoyo. Háganlo mientras estén embarazadas, con calma. Comuníquense: Hablen entre ustedes y con sus seres queridos sobre sus expectativas. Aprende a decir "no" cuando te sientas abrumada.
- Construye tu "Aldea": Busca el apoyo de otros padres. No te aísles. Recuerda que no estás sola en tus experiencias.
- Acepta el caos: Las primeras semanas y meses son un tiempo de adaptación. Sé comprensiva y date tiempo para encontrar tu camino en esta nueva realidad.
- Recuerda que cada historia es diferente: No te compares con las imágenes perfectas de las redes sociales. Tu camino es único, y eso está bien. "Cada mujer tiene una historia diferente, y cada una es distinta, única e irrepetible. Así que tú también tienes la tuya y créala a tu manera", recuerda Dominika Ludwińska.
Prepararse para el posparto es una inversión en paz, salud mental y buenas relaciones para toda la familia. Esta es la base sobre la que construirás tu nueva vida.
El artículo se basa en una conversación con Dominika Ludwińska, madre y futura matrona, realizada en el marco del CLUUb del Niño Saludable.