La infancia es una etapa de intenso desarrollo, en la que una nutrición adecuada juega un papel fundamental. Sin embargo, para muchos recién nacidos y sus padres, la alimentación, en lugar de ser un momento de cercanía, se convierte en una fuente de frustración y ansiedad. Junto con nuestra experta, Aleksandra Derkacz, logopeda con amplia experiencia y especialista en intervención temprana, analizamos las posibles causas de las dificultades de alimentación en los recién nacidos. Observar a un bebé con dificultades para succionar, que llora al pecho o al biberón, o que aumenta de peso de forma alarmantemente baja puede ser una fuente de estrés considerable para los padres. ¿Qué síntomas deben preocuparnos? ¿Qué papel desempeña la estructura de la cavidad oral y cómo puede una consulta temprana con un logopeda ayudar tanto al niño como a la madre?
Dificultades de alimentación: ¿Qué debe preocuparnos?
Las dificultades de alimentación en los bebés pueden tener diversas causas, pero es importante que los padres conozcan los síntomas que requieren una consulta con un especialista. Los problemas más comunes que nuestra experta detecta son los relacionados con la mecánica de la succión.
¿Qué síntomas deberían alertar a los padres y motivar una visita al logopeda?
- Malestar y dolor materno durante la lactancia: La lactancia materna no debería ser dolorosa. Las llagas, las grietas en los pezones o el dolor intenso pueden indicar un agarre inadecuado, a menudo debido a restricciones en la cavidad bucal del bebé.
- Succión ineficaz en un bebé: Esto se manifiesta por síntomas como sesiones de succión cortas, cansancio rápido del bebé al pecho o al biberón, despertarse frecuentemente para alimentarse y chasquidos o cloqueos audibles, que pueden indicar una pérdida del sellado durante la succión.
- Escupir o atragantarse excesivamente: Aunque escupir ocasionalmente es normal, su gravedad o el atragantamiento frecuente con la comida requieren pruebas diagnósticas.
- Tensión muscular excesiva: Observar una tensión fuerte en la boca, el cuello o la cintura escapular del bebé durante la alimentación puede sugerir mecanismos de succión compensatoria.
- Aumento de peso insuficiente: Este es uno de los indicadores más objetivos de problemas con la ingesta adecuada de leche.
"Generalmente, el bebé lo tolerará, ¿verdad? Porque succionar es una función primaria para él (...), así que lo hará de diversas maneras", explica Aleksandra Derkacz. Sin embargo, es importante que estas "maneras" sean fisiológicas y efectivas, y no una fuente de problemas.
Frenillo acortado: No se trata solo de la lengua
Uno de los elementos anatómicos clave que influye en la mecánica de la succión es el frenillo, tanto del labio sublingual como del superior. El frenillo sublingual es un pliegue de membrana mucosa que conecta la parte inferior de la lengua con el suelo de la boca. Su acortamiento puede restringir significativamente la movilidad lingual, esencial para la correcta captura del pezón, la creación de vacío y el transporte eficaz de la leche. De igual manera, un frenillo del labio superior acortado puede dificultar la eversión y el sellado adecuados de la lengua.
"Los frenillos se presentan en diversas formas. Como logopedas, tenemos nuestra propia tipología y escalas para evaluar el acortamiento del frenillo en términos de movilidad e inserción lingual", explica Aleksandra Derkacz. Evaluar un frenillo requiere conocimientos y experiencia especializados.
¿Cuándo es necesaria la intervención? Cirugía y terapia de frenotomía
No todos los frenillos acortados son automáticamente elegibles para una frenotomía. La decisión de someterse a una intervención quirúrgica debe ir precedida de una evaluación funcional exhaustiva realizada por un logopeda, un especialista en lactancia y, en ocasiones, un cirujano pediátrico o un otorrinolaringólogo. Sin embargo, si el acortamiento del frenillo altera claramente la función de succión, provoca problemas de lactancia o un aumento de peso insuficiente, el procedimiento puede ser necesario y, a menudo, produce una mejora inmediata.
No obstante, es importante recordar que simplemente cortar el frenillo suele ser solo el comienzo del camino hacia una mejor función. "No es que simplemente cortemos el frenillo y no haya nada que hacer al respecto. Desafortunadamente, la zona de corte cicatriza y se forma tejido cicatricial (...) Si no se estimula ni se masajea, se forma una capa dura", advierte el experto. Por lo tanto, los masajes regulares y la estimulación logopédica de la zona de la frenotomía, así como los ejercicios para mejorar la función lingual y labial, son cruciales después del procedimiento.
El chupete: ¿un chupete o un enemigo del desarrollo?
El tema del chupete evoca muchas emociones. ¿Es un amigo o un enemigo del desarrollo adecuado?
La necesidad de succionar en los bebés es muy fuerte y no se limita a la alimentación. La succión no nutritiva cumple una importante función calmante y reguladora. Un niño puede satisfacer esta necesidad en el pecho de su madre, chupándose los dedos, una manta o incluso un chupete, lo que ayuda a la madre a "recuperar el aliento".
"El chupete (...) se creó precisamente para este propósito, y se creó hace mucho tiempo, para cumplir esta función como calmante para el niño", explica Aleksandra Derkacz.
Sin embargo, el uso del chupete debe ser consciente. El problema surge cuando:
- El chupete está mal elegido: La forma del chupete es importante. Los modelos anatómicos y aplanados suelen ser mejores que los redondos, que pueden perpetuar una posición incorrecta de la lengua.
- Los chupetes se usan durante demasiado tiempo y con demasiada frecuencia: "Por lo general, es recomendable dejar de usarlo alrededor del primer año de vida", aconseja Aleksandra Derkacz. El uso prolongado del chupete puede interrumpir el desarrollo de la mordida y perpetuar los patrones de deglución infantiles.
Consecuencias de los problemas no tratados y la importancia de la prevención temprana
Las dificultades o limitaciones en la alimentación no diagnosticadas ni tratadas, derivadas de un frenillo acortado, pueden tener consecuencias a largo plazo. Pueden afectar el desarrollo posterior de las funciones orales, como la mordida y la masticación, y, en el futuro, la articulación y el desarrollo del habla. También pueden contribuir a la perpetuación de la respiración inadecuada (por la boca en lugar de la nariz) y la maloclusión.
Por eso es tan importante la intervención temprana con logopedia y neuroterapia. Un especialista no solo ayudará a diagnosticar la causa del problema, sino que también implementará la terapia adecuada, enseñará a los padres los ejercicios y masajes necesarios y les aconsejará sobre la selección de los accesorios necesarios (por ejemplo, un chupete adecuado, si es necesario).
Atención a los padres: su atención y cooperación con los especialistas son cruciales.
Estimados padres, si observan alguna dificultad con la alimentación de su bebé, síntomas molestos durante la toma o problemas con el aumento de peso, no duden en buscar ayuda profesional. Su intuición, combinada con el conocimiento y la experiencia de especialistas (un logopeda, un especialista en lactancia o un pediatra), es la mejor manera de brindarle a su hijo las condiciones óptimas para un desarrollo saludable. Un diagnóstico temprano y unas intervenciones terapéuticas adaptadas pueden mejorar significativamente la comodidad durante la alimentación y prevenir muchos problemas futuros.
Este artículo se basa en una entrevista con Aleksandra Derkacz, logopeda, realizada en el marco del CLUUb del Niño Saludable.